Amamos leer

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domingo, 30 de noviembre de 2008

Navidad para todos. (Guión de teatro para niños)




Esta es una adaptación del nacimiento del Niño Jesús para trabajarlo en las escuelas.




NAVIDAD PARA TODOS

(GUIÓN TEATRAL)


I Parte: Confrontación de ángeles en el cielo.
Ángel 1: -El Señor necesita un ángel que lleve la buena nueva a la tierra, por eso mirará sus corazones para saber cuál ha sido el más puro.
Ángel 2: -¿Cuál más puro que yo? Soy como una nota en medio del universo, una nota que repica en las alturas del vacío. No hay bien, no hay mal, ni verdad, ni orden, ni belleza.
Ángel 3: -¿Acaso puedes dirigir lo fabuloso del caos? La nebulosa de la angustia pasa como un río y me arrastra según la ley de las atracciones. Siento un telescopio que me apunta como un revólver, la cola de un cometa me azota el rostro y pasa relleno de eternidad buscando infatigable un lado quieto en donde refrescar su tarea ineludible.
Ángel 2: -Morirás. Se secará tu voz y serás invisible. La tierra seguirá girando sobre su órbita precisa, temerosa de un traspiés como el equilibrista sobre el alambre que ata las miradas del pavor. Piensas que no importa caer eternamente si se logra escapar. ¿No ves que vas cayendo ya?
Ángel 3: -Cae, cae eternamente al fondo del infinito. Cae al fondo de ti mismo. Cae lo más bajo que se pueda caer. Cae sin vértigo, a través de todos los espacios y todas las edades, a través de todas las almas, todos los anhelos y todos los naufragios. Cae al último abismo de silencio como el barco que se hunde apagando sus luces.
Ángel 1: -¡Todo se acabó! No irá ni uno ni otro. Irá Gabriel.
(Aparece Gabriel con mirada y sonrisa socarrona)
Ángel 2: -Como siempre, el favorito y nosotros bien gracias.
Ángel 1: -¡Basta ya!

II Parte: Anunciación.
(Escena 1)
Gabriel: -Mujer, te saludo, el mundo está poblado por tus ojos, se hace más alto el cielo en tu presencia. Al irte dejas una estrella en tu sitio, dejas caer tus luces como el barco que pasa mientras te sigue mi canto embrujado como una serpiente fiel y melancólica. Es tanta tu belleza que mi Dios se ha enamorado y en tu vientre se encarnó.
María: -¿De qué me hablas? ¿Quién eres tú?
Gabriel: -María, no tengas miedo. Esto no es otra cosa que el favor de Dios. Tendrás un hijo al que llamarás Jesús y será Rey por los siglos de los siglos. (*)
María: -¿Cómo puede suceder esto, si no vivo con ningún hombre?
Gabriel: -Todo es obra del Espíritu Santo.
María: -¿Y cómo podré explicar todo esto a la gente?
Gabriel: La vida misma te mostrará el camino, confía.

(Escena 2)
José: (Muy preocupado) -¿Cómo puede ser que María esté embarazada? ¿Por qué me engañó? ¿Cómo pudo faltar al compromiso que tenía conmigo? Lo peor es que si la delato la matarán. ¿Qué puedo hacer Dios mío?
(Entra la suegra de José)
Suegra: -¿Qué te pasa José que te veo tan pensativo desde hace días?
José: -María está esperando un hijo y no es mío, no sé si asumir tan grande responsabilidad aún sabiendo que no es mío y salvarla del peso de la Ley o dejarla para que sea ella quien asuma se falta.
Suegra: -¿Cómo puede ser que dudes de la que será tu esposa? Habitante de tu destino, pegado a tu camino como roca: viene la hora del sortilegio resignado, abre la mano de tu espíritu, el magnético dedo en donde el anillo de la serenidad y la paz se posará sobre ti.
José: -¿Quieres decir que debo desposar a María porque ese es mi destino?
Suegra: -Todos los verbos han sido pronunciados, es tu decisión. (Se va)


III Parte: Éxodo.
Anunciador: (Leyendo un pergamino) –¡Ateennciióóónnnn! En nombre del Señor Emperador Augusto y de Sirenio, gobernador de Siria, se ha ordenado un censo en todos los pueblos del mundo bajo el dominio del Gran Imperio Romano para el progreso y desarrollo de nuestros pueblos. Por lo tanto, todos los pobladores deberán inscribirse en sus propios pueblos.
(Voz en off): Por esto, José, junto con María, salió del pueblo de Nazaret, de la región de Galilea y se fue a Belén, en Judea donde había nacido el rey David, porque José era descendiente de David. Y sucedió que mientras estaban en Belén, le llegó a María el tiempo de dar a luz.

IV Parte: Nacimiento
(Escena 1)
María: -¡José, creo que ha llegado el momento!
José: -¿Cómo puede ser, aquí no tenemos donde quedarnos?
María: -Tendremos que buscar un lugar porque me duele mucho y el bebé no puede esperar.
(Acciones para buscar posada: tocan de puerta en puerta y sólo reciben negativas, hasta que en una casa le muestran el establo. María y José se van hasta allá donde ella da a luz.)

(Escena 2)
Un ángel se aparece ante unos campesinos. Los campesinos se asustan.
Ángel: -No tengan miedo, soy un ángel del Señor.
Campesino 1: -Y nosotros Herodes y su corte.
Ángel: -¡Es verdad! Y déjense de bromas porque les traigo una buena noticia: hoy ha nacido en el pueblo de David un salvador. Como señal, lo encontrarán en un establo envuelto en pañales.


(Coro de ángeles cantando gloria)
Campesino 2: -Vamos pues a Belén a ver si es verdad lo que dicen esos ángeles.
(Toman ofrendas tradicionales para llevar al niño: Hallacas, dulces, etc. Llegan donde están María, José y el niño.)
Campesino 1: -Hemos venido a conocer al niño porque los ángeles nos lo anunciaron, le hemos traído estas pequeñas ofrendas.
José: -¡Gracias, no saben el hambre que tenemos, estos alimentos vienen como caídos del cielo!
(Comen)

V Parte: Visita de los Reyes Magos.
(Los Reyes Magos pasan frente al establo y se consiguen con los campesinos, los miran con desprecio y continúan su paso)
Rey Mago 1: -Te saludamos y te honramos Herodes, nosotros somos unos sabios de Oriente dedicados al estudio de las estrellas, ¿sabes que en el tapiz del cielo se juega nuestra suerte?
Rey Mago 2: Le hemos pedido al universo una certeza de raíces en horizonte quieto, un descubrimiento que no huya a cada paso, un milagro que ilumine el fondo de nuestros mares íntimos.
Rey Mago 3: -Y nos ha respondido que el Rey de los Judíos nacerá pronto. Una estrella nos guía y hemos de seguir nuestro camino.
Herodes: -¿Cuál rey de los judíos, si el único rey soy yo? (Cambiando de carácter para disimular) –Vayan allá y averigüen todo acerca de ese niño; y cuando lo encuentren, avísenme para ir yo también a adorarlo.
Rey Mago 3: -Adiós Herodes, debemos continuar.
(Herodes se queda preocupado)
(Los reyes Magos llegan hasta donde están José, María y Jesús. Le ofrecen sus obsequios y se retiran por otro camino para que Herodes no los siga)

VI Parte: La huida a Egipto.
(Escena 1)
Herodes: - Anda en mi cerebro una idea dolorosa y brutal, la matanza continua de conceptos internos y una última aventura de esperanzas celestes. Por culpa de un desorden de estrellas imprudentes, caídas de los sortilegios sin refugio, la eternidad de mi reinado se vuelve sendero sin flor, regreso de espectros y problemas que rompen el espejo de la magia posible. (A sus soldados) ¡Vayan y maten a todos los niños que hayan nacido esta noche en Belén!
(Salen los soldados)
(Sombras chinescas donde se refleja la muerte de los niños.)

(Escena 2)
José: ¡María, levántate de prisa y toma al niño, debemos irnos!
María: ¿Por qué José? ¿Qué sucede?
José: -He tenido un sueño en el que Herodes manda a matar a todos los niños recién nacidos, vayamos a Egipto.
(Se van.)
(La llegada a Egipto es el sitio de celebración de la fiesta popular)

1 comentario:

Anónimo dijo...

esta padre solo necesita un final mas lindo modifiquenlo!!!!!!!!!1