Cada día representa un descubrimiento, porque aun cuando nuestras vidas se llenen de monotonía y sea difícil ver el rumbo de nuestros sueños, cada episodio nos da un nuevo aprendizaje. Realmente, no necesitamos ser hombres y mujeres excepcionales porque en lo común se encuentra la esencia del vivir y eso hay que aprender a disfrutarlo.
Para quienes somos docentes, a veces, la oscuridad de los tiempos que vivimos nos opaca y nos hace sentir como si no valiera la pena ser maestros. En realidad, la dura tarea de formar a otros acarrea una responsabilidad tremenda y de allí debemos aferrarnos para no hacer de nosotros mismos uno más del montón. Aunque a veces nos escuchemos repitiéndonos, cada nueva persona que tenemos ante nosotros, está dispuesta a aprender de la experiencia nuestra.
En esa búsqueda docente, conseguí unos textos que bien pueden ayudar a tantos que andan en la tarea hermosa de promocionar la literatura, la lectura y la escritura; y aunque no hay fórmulas mágicas, ni recetas técnicas más allá del hecho de leer y degustar lo leído, la colección Brújula de Papel de El Nacional, ha publicado una serie de libros bajo la colección Brújula Pedagógica, dirigida a maestros que ofrecen herramientas teóricas y prácticas para mejorar nuestra calidad profesional.
Algunos de esos libros que he leído y recomiendo son: Un espacio para leer y escribir de las profesoras Maén Puerta, Rubiela Aguirre, Stella Serrano Manuela Ball, Josefina Peña Francis Barboza Pilar Figueroa y María Gutiérrez; todas ellas docentes de la Maestría de Lectura y escritura de la Universidad de Los Andes Mérida. El otro es de Norma Odreman sobre Estrategias para el Desarrollo de las Competencias Comunicativas y del cual podemos tomar varias ideas, adaptarlas a la situación y hacer que los niños y niñas desarrollen el lenguaje en todas sus dimensiones.
Un dato muy importante es que los libros son baratísimos y los consigues en cualquier librería.
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